¿Qué son los datos personales según la legislación de protección de datos?
En la era digital, la información personal se ha convertido en uno de los activos más valiosos. Cada vez que navegamos por internet, rellenamos un formulario o contratamos un servicio, estamos facilitando datos que, correctamente gestionados, permiten a las empresas mejorar sus servicios… pero que también pueden poner en riesgo nuestra privacidad si no se tratan adecuadamente.
Por ello, tanto el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) como la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD) han establecido un marco claro y obligatorio sobre qué se considera dato personal y cómo debe protegerse.
Te explicamos forma clara y con ejemplos qué son los datos personales según la legislación vigente, qué tipos existen, cuáles son considerados especialmente sensibles y cómo deben tratarse legalmente.
La importancia de definir los datos personales
Antes de aplicar cualquier medida de seguridad, consentimiento o cumplimiento normativo, es imprescindible saber qué tipo de información entra dentro del concepto legal de “dato personal”.
La correcta identificación de estos datos no solo permite cumplir con la normativa, sino que también ayuda a evitar sanciones, garantizar la transparencia y proteger los derechos fundamentales de las personas.
¿Qué es un dato personal? Definición legal
Según el artículo 4.1 del RGPD, un dato personal es:
“Toda información sobre una persona física identificada o identificable”.
Esto quiere decir que cualquier información que, por sí sola o en combinación con otra, permita identificar directa o indirectamente a una persona física, se considera dato personal.
La LOPDGDD, como norma española que complementa al RGPD, adopta y refuerza esta definición, haciendo especial énfasis en el tratamiento responsable y proporcional de estos datos.
En resumen, si la información permite saber quién eres, incluso aunque no esté tu nombre completo, es dato personal.
Ejemplos de datos personales comunes
Para entender mejor este concepto, veamos algunos ejemplos de datos personales recogidos frecuentemente por empresas, profesionales y administraciones públicas.
Datos identificativos
- Nombre y apellidos
- DNI o NIE
- Fecha y lugar de nacimiento
- Firma
- Fotografía
Datos de contacto
- Dirección postal
- Número de teléfono
- Correo electrónico personal
- IP asociada a un individuo
Datos económicos y financieros
- Número de cuenta bancaria
- Datos de tarjetas de crédito
- Ingresos
- Deudas o historial crediticio
Imágenes y grabaciones
- Fotografías
- Vídeos
- Grabaciones de voz
- Cámaras de videovigilancia
Categorías especiales de datos personales
El RGPD y la LOPDGDD establecen una categoría específica para los "datos personales especialmente protegidos", también conocidos como categorías especiales de datos, debido a su naturaleza sensible. Su tratamiento está sujeto a restricciones adicionales y, en muchos casos, solo puede hacerse con el consentimiento explícito del interesado o bajo excepciones muy concretas.
Entre ellos se encuentran:
- Datos de salud (enfermedades, historial clínico, resultados médicos)
- Datos genéticos y biométricos
- Opiniones políticas
- Creencias religiosas o filosóficas
- Afiliación sindical
- Orientación sexual
- Origen étnico o racial
Por ejemplo, si una clínica trata datos de salud de pacientes, o una empresa recoge huellas dactilares para fichar, estará tratando categorías especiales de datos y deberá aplicar medidas de seguridad reforzadas, además de cumplir con las obligaciones legales específicas.
¿Qué NO se considera dato personal?
No toda la información está protegida por la LOPDGDD y el RGPD. Hay ciertos datos que, por sí solos, no permiten identificar a una persona física, y por tanto no se consideran datos personales, como por ejemplo:
- Información sobre empresas (razón social, CIF)
- Datos totalmente anonimizados o agregados
- Direcciones IP dinámicas (si no pueden asociarse a una persona)
- Datos estadísticos sin relación con individuos identificables
No obstante, es importante tener en cuenta que la combinación de ciertos datos puede convertirlos en identificables, y por tanto entrar dentro del ámbito de la protección legal.
Tratamiento de datos personales: implicaciones legales
Una vez identificados los datos personales, es obligatorio aplicar las disposiciones del RGPD y de la LOPDGDD. Esto implica que toda organización o profesional que los recoja o gestione debe cumplir con los siguientes principios:
- Licitud, lealtad y transparencia: el interesado debe saber quién, cómo y para qué se usan sus datos.
- Limitación de la finalidad: los datos deben usarse solo para el fin para el que se recogieron.
- Minimización de datos: solo se deben recoger los datos estrictamente necesarios.
- Exactitud: los datos deben estar actualizados.
- Limitación del plazo de conservación: no se pueden guardar más tiempo del necesario.
- Integridad y confidencialidad: deben protegerse frente a accesos no autorizados o pérdidas.
- Responsabilidad proactiva: las empresas deben demostrar que cumplen con la ley.
Además, en determinados casos será necesario contar con un Delegado de Protección de Datos (DPD), realizar evaluaciones de impacto, o implementar mecanismos de anonimización o seudonimización para mitigar riesgos.
La protección integral de la identidad en el entorno digital
Saber qué se considera dato personal según la LOPDGDD y el RGPD no es solo una cuestión técnica, sino un paso esencial para proteger los derechos fundamentales de las personas en un entorno cada vez más interconectado.
Tanto empresas como particulares deben ser conscientes de que la gestión correcta de los datos personales no es opcional, sino una obligación legal que implica responsabilidad y transparencia.
Si gestionas datos personales en tu actividad o quieres asegurarte de que tu empresa cumple con la normativa, lo más recomendable es contar con un equipo de abogados expertos en protección de datos en Granada, que puedan ofrecerte asesoramiento personalizado y garantizar que cada tratamiento se realiza con todas las garantías legales.